Biología/Mónica Célis

Miles de consecuencias ecológicas del volcán

SERÁ MUY DIFÍCIL DEVOLVERLE LA VIDA A LOS ALREDEDORES DE CHAITÉN

La erupción del volcán, cubrió dos pueblos con cenizas, arrasando con la vida del sector.


El pasado dos de Mayo, ocurrió la tragedia ya conocida por todo Chile. El volcán Chaitén hizo erupción repentinamente, y dejó cubierta de cenizas toda la región de Palena.

Lo que en un principio parecía algo pasajero, se transformó en la peor tragedia para los habitantes de Chaitén y Futaleufú.

Todo el terreno quedó sepultado por una capa de treinta centímetros de cenizas tóxicas, compuestas por: Zinc (Zn), Azufre (S), Fluor (F) entre otros; que luego de la lluvia, se convirtieron en una especie de arcilla, que arrasó con la vegetación, y dejó sin alimento al ganado. La situación es grave, porque el que los animales consuman pasto contaminado tiene como consecuencias, la obstrucción del sistema digestivo, y respiratorio, impidiendo el buen funcionamiento del organismo.

Otra secuela ecológica de la lluvia de cenizas en Chaitén, fue la disminución de la visión o pérdida total de ella, provocada por las cenizas que se introducían en los ojos de los animales, mientras estos caminaban en contra del viento.

Ya agravada la situación, se solicitó la evacuación de todos los habitantes por el grave peligro que corrían si permanecían allí.

Luego de un tiempo, las personas salieron del lugar, dejando abandonado a decenas de mascotas y ejemplares de ganado que están muriendo lentamente, ya que, la densa capa de cenizas contaminó cursos de agua y vegetación que servía de alimento.

Las especies murieron inevitablemente, y es necesario esperar décadas para que los seres vivos vuelvan a colonizar el lugar. La zona poseía una rica biodiversidad acuática que sufrió un daño irremediable, tras detectarse un grado de acidez anormal en los cursos de agua.

La erupción del Chaitén, sólo trajo con él, infinitas catástrofes, que dejaron infértiles los campos agrícolas y a muchas personas y animales sin hogar.